Zoraida Parada

Referencia ineludible de las deportistas pampeanas

por Natalia Aristoy
Es considerada como un ícono de la mujer atleta pampeana por su trayectoria de campeona nacional, dirigente y profesora. Fue la impulsora del Cestoball en La Pampa y también presidenta de la Confederación Argentina. Su calidad humana y profesional la llevaron a ser directora del Centro Polivalente de Artes. Es un espíritu libre y contento y habla de ese pasado entrañable que la formó, desde hace tiempo ya, como una de las figuras referentes del deporte pampeano, sobre todo en el Cestoball y ahora en el Newcom, donde la movida deportiva gana varios adeptos en nuestra provincia.
Cuándo vos comenzaste en el deporte ¿cómo era la participación de las mujeres?
-Mínima. No era una cosa natural y bien vista hacer deporte. Yo iba al Club Estudiantes a jugar, y salía con el short y no era bien visto que las mujeres anduvieran así, jugando y haciendo deporte. Se quería ver a las mujeres en la casa. Había chicas, eran pocas, que jugaban al básquet, atletismo, al cesto o al vóley pero no era no normal como es ahora”.
¿Sentiste que tenías que demostrar más por ser mujer?
-No, no lo vi así. Era natural para mi hacer deporte. Quería hacer deporte, me lo propuse y lo hice . Quería entrenar porque quería que mi equipo ganara. Fue algo muy personal en mí. Yo amo la pelota y amo entrenar, no es sacrificio, tengo 79 años y entreno en la Escuela 221 de ocho a diez de la noche. Me abrigo y me voy a entrenar, no tengo pereza. “
¿Tuviste referentes femeninas en el deporte que te inspiraran, o fuiste abriendo camino sola?
-Me gusto y me mandé. No había muchas figuras para que yo me inspirara, por ahí alguna tenista, pero no. Yo termine la secundaria y quería hacer Educación Física. Fui a estudiar porque tuve la posibilidad de tener una beca ya que en mi casa no podían bancarme mucho ya que mi papá era el único que trabajaba. Estudié y me encanto la carrera, a pesar de que me llevé una desilusión bárbara, porque yo pensé que era ir y hacer deporte para arriba y para abajo y nada que ver. Había que estudiar.
En tu experiencia, ¿las oportunidades para las mujeres en el deporte son hoy más equitativas según lo que vos viviste en aquel momento o aún queda mucho por mejorar?
-Te lo ejemplifico: Yo veo en el Club Belgrano, el club de mis amores de toda la vida, que van chicas que hoy tienen sus bebes y sus maridos o parejas se los cuidan mientras ellas juegan o se los dejan a la abuela, pero ellas juegan. Nada las detiene. Terminan el partido, agarran sus bebes y se van a seguir con sus vidas. No es como antes. Me quedó muy grabado en mi carrera la experiencia que cuando puedo la cuento: en una oportunidad, una jugadora los 14 años se puso de novia y el novio no quiso que jugara más. Después de mucho tiempo, ya había terminado sus estudios, se fue a estudiar afuera, hizo su vida, se casó. Después de un tiempo volví a tener contacto con ella y me dijo: “Zoraida, vos sabes que yo todavía sueño que viene la pelota y yo no la puedo agarrar.”
¿Qué mensaje le darías hoy a esas chicas, a esas mujeres si se presentara de nuevo una situación similar?
-Que le metan para adelante porque te están coaccionando, no te está dejando lo que vos tenés ganas de hacer y eso es lo más parecido a la libertad.
¿Qué cambios te gustaría ver en el futuro para las mujeres deportistas en La Pampa?
-Yo siempre digo que la publicidad de los eventos deportivos, de las actividades deportivas, oral, escrita o televisiva, siempre se trata del fútbol o el básquet acapara mucho más que el deporte femenino.
¿Alguna vez sentiste que el deporte te exigía elegir entre tu carrera y otros aspectos de tu vida personal, como la familia?
-Yo no sentí que tuviese que elegir. Yo soy soltera, lo decidí así. Mi familia jamás me dijo “esto no lo hagas”. En mi época se usó el minishort y yo usaba cuando muy pocas usaban. Mi papá y mi mama fueron unos genios absolutos. No eran de ir a verme a las actividades deportivas, mi mama sufría de asma y debía cuidarse, mi padre la cuidaba mucho, no me podían acompañar a los viajes, pero que me dijeran “No”, eso no pasaba en mi vida. Mira que me metí en el folclore, hice todo lo que se me antojo y jamás me dijeron nada. Crecí con una libertad admirable y ellos felices, porque lo veía y me lo hacían sentir. Yo soy una enamorada de la pelota, voy a cumplir 79 años y pienso seguir jugando a la pelota y me encanta, a veces me duele todo y voy igual y ahora le sume otra actividad deportiva que es el Nexcom
¿Cómo puede crecer aún más el deporte en la provincia?
El deporte ayuda a la sociedad y los niños y niñas en su vida diaria para su crecimiento. Te salva la vida. Yo más que jugadora me considero educadora, me considero docente, yo no me creo que fui buena jugadora, fui del montón, lo que pasa es que duré, perseguí, seguí, no me baje de lo que ame que era el deporte, que lo amo todavía, no me considero una jugadora excelente, eso sí me considero una buena educadora. Doy todo y me desespero para que los pibes hagan deporte. Me encantaría que los padres manden a sus hijos al deporte, ese es mi lema todos los días, el movimiento y la recreación porque el deporte te salva la vida.