UN CLAMOR EL PAVIMENTO 1941

Muerta la Unión Pampeana, el año 1941 señala la prosecución de la lucha entre radicales y socialistas.

Un clamor el pavimento

La Corte Suprema y la Ordenanza de 1933

Muerta la Unión Pampeana, el año 1941 señala la prosecución de la lucha entre radicales y socialistas. La convocatoria para elegir reemplazantes de los concejales Montoya, Guesalaga y Lordi, se hizo el 27 de abril de ese año. La Junta Renovadora Radical que encabezaba el doctor Bacigaluppi, hizo su último intento, impugnando la convocatoria, aunque sin éxitos er¡ vista del déficit de fundamentos.

Ahora la cuestión será sacar adelante el proyecto de pavimentación de la ciudad. La tosca y el olivillo ya no podían contra la ero­sión. El pueblo reclamaba esta mejora edilicia al punto que, según los diarios de la época, el tema del pavimento ya era “un clamor popular”.

En estas nuevas elecciones los radicales retornaron a su línea de éxitos y triunfaron en los comicios, aunque los socialistas conservaron la mayoría del Concejo. Los radicales, Amit (965) y Caba (943), vencieron a los socialistas Quirino Eijo (679) y Clemente Ojina-ga (678), y el señor Eijo ganó la banca por la minoría.

El radical Cornelio Garay Vivas, con 990 votos, fue consagrado juez de paz titular. El nuevo concejo eligió presidente-intendente al joven tipógrafo socialista Antonio Cavero, responsable, además, de la publicación del diario partidario “Germinal”.

Las elecciones del año 1942, llevadas a cabo el 5 de abril, permitieron a los radicales retomar el gobierno de la comuna santarroseña, situación que se prolongará en el año 1943 que marca los prolegómenos de un fenómeno muysingularenla vida política argentina, que es el advenimiento del peronismo.

En aquel año, los concejales socialistas Cavero y Samper concluían su mandato, y también había que elegir juez de paz suplente. Los tradicionales adversarios políticos, radica­les y socialistas, presentaron al pueblo sus plataformas, insistiendo los primeros en señalar los errores de! gobierno anterior y la demora en algunos proyectos edilicios muy caros a la población. Los socialistas destacaban haber mejorado las finanzas municipales y aventaban el fantasma de la Sucesión Gil.

Aparecen nuevas figuras entre los radicales, el doctor Juan Carlos Neveu como orador (no romo candidato) y un ciudadano venido del interior, don Zenón Mariani, que deleitaba a sus prosélitos con poéticos discursos en los que ensalzaba los atributos de la argentinidad. Los socialisats presentaron en sus conferencias a figuras de relieve nacional, el doctor Enrique Corona Martínez (hermano de Alfonso Corona Martínez), y el profesor Carlos Sánchez Via-monte. Los contendores sumaron un nuevo elemento o medio de comunicación: los autos parlantes, con los cuales atronaban la ciudad con marchas y frases hechas.

Las elecciones fueron ganadas por los radicales Martín Ricardo Burgos, con 864 votos y Sadit Peyregne, con 852. Los candidatos socialistas, Antonio Cavero y Miguel Ángel Mariani (abogado) obtuvieron 797 y 789 votos cada uno, guarismos que señalan lo reñido del comicio. Don Zenón Mariani, radical, con 857 votos, fue electo juez de paz suplente.

El año 1943, por muchas causas, es un año especial en la vida política argentina y por consecuencia y añadidura, en la vida política local. Veamos: las elecciones estaban programadas para el 1 8 de abril; pero el día 10 el Concejo radical, con el voto favorable del socialista Eijo, sancionó una ordenanza por la cual se disponía todo lo necesario para la pavimentación de las calles de la ciudad. La medida tuvo un efecto político contundente. El socialista Eijo no podía haber votado en contra y, entonces, en toda la ciudad circula­ron los automóviles parlantes de los radicales anunciando que el pavimento “ya era un he­cho” y que sólo faltaba votar por ellos el do­mingo 18. Y el pueblo los votó, consagrando nuevos concejales al comerciante don Ricardo Ronderos, con 1133 votos, y al doctor Amit, con 1126. Por la minoría, obtuvo una banca el candidato socialista Antonio Cavero, con 833 votos, seguido por su compañero, el doctor Ozino Caligaris, con 825 sufragios. También se votó por juez de paz, correspondiendo el triunfo al radical Garay Vivas sobre el socialista Vicente Gonzalo, por 1173 votos contra 809.

Eso ocurrió en abril. En mayo, la ciudad se conmovió al conocer el fallo de la Corte Supre­ma de Justicia de la Nación que hizo lugar a la demanda de inconstitucionalidad planteada por la Sucesión Gil contra la ordenanza socialista de 1933, que establecía una contribución directa a los baldíos, condenando a la municipalidad de Santa Rosa a devolver a la Sucesión Gil la suma de 33.000 pesos que habría paga­do de más de acuerdo a la norma atacada.

El fallo de la CSJ movilizó a radicales y socialistas, haciéndose eco del repudio popular por los alcances de la resolución. De ello nos ocuparemos en la próxima y última nota de esta serie.

Extraído del Libro del Centenario 1892 – 1992

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