RENOVACIONES EN PAZ 1895
Según las fuentes de información consultadas, las renovaciones del Concejo Municipal de Santa Rosa se hicieron a partir de 1894 en una aparente calma hasta la finalización del siglo.
Renovaciones en Paz:
Según las fuentes de información consultadas, las renovaciones del Concejo Municipal de Santa Rosa se hicieron a partir de 1894 en una aparente calma hasta la finalización del siglo. En ese lapso, don Tomás, dueño del pueblo, fue electo siempre presidente intendente por sus pares, con lo cual se le reconocía la jefatura total e indiscutida.
Además, resultaba evidente el prestigio que don Tomás tenía entre las autoridades nacionales en la égida del roquismo, al punto de que lograría que Santa Rosa fuera capital de La Pampa a partir de 1900.
Trazado el pueblo en manzanas regulares (como lo es el centro actual), don Tomás conservó la propiedad de la mayoría de los solares, y según testimonios orales llegados a nuestros días, no era proclive a venderlos, y sí a construir casuchas, que luego alquilaba comprometiendo a los futuros electores. A veces donaba, magnánimo al fin, como a la Sociedad Española favorecida con la mitad del solar para el actual Teatro Español.
El 10 de setiembre de 1895 el Concejo sortea a los dos concejales que cesarían en su primer período, resultando los señores Brazal y Fernández y dispone la convocatoria a elecciones para el día 27 de octubre. La comisión electoral prevista por ley se integro con los vecinos Zacarías Santesteban, José Cuadrado y Pedro Ferretti.
Pocos días después se anuncio que por no haber llegado los “programas” (padrones y boletas) se postergaba la elección para el día 1 7 de noviembre. A este acto concurrió una sola lista y determinó la reelección de José Raymundo Fernández y la elección de don José Cuadrado.
En el acta de 7 de agosto de 1896 consta esta resolución del H.C.D.: “Convócase al pueblo de este municipio segundo departamento para que en Asamblea Electoral el día 6 de setiembre designe a los ciudadanos que reemplazarán a los concejales que terminan sus mandatos señores Masón, Otegui y Oronoz, José Cuadrado que renunció, y del juez de Paz Schmidt que termina su mandato”. También se dispone poner a disposición del juez de paz “el padrón electoral y una urna” para que el acto se haga en el atrio de la iglesia.
Sin opositores, triunfaron los vecinos Masón, Manuel García, Felipe Di Liscía y el comerciante José Galarreta, establecido con ramos generales en la esquina donde hoy está el Banco Hipotecario. Como juez de paz, el pueblo optó otra vez por don Juan Schmidt.
Para 1897 por primera vez se consigna en el diario La Capital la cantidad de sufragantes, pues la información dice que fueron electos “por 63 votos” los señores Miguel Otegui y Martín Oharriz.
En 1898 se constituyó la mesa receptora de votos en el atrio de la iglesia, y de la única lista concurrente resultaron electos los señores Tomás Masón, Pedro Imaz y un médico que luego adquiriría gran notoriedad por su profunda fe republicana, el doctor José R. Oliver.
Al año siguiente, el 3 de setiembre, por haber finalizado el mandato de Oharriz y Otegui, y por haber fallecido don Pedro Imaz, se reeligió a los mencionados sobrevivientes completando la lista don Niceto Brazal.
Extraído del Libro del Centenario 1892 – 1992