LOS SOCIALISTAS OTRA VEZ EN EL GOBIERNO 1929
La interrupción institucional para la comuna de Santa Rosa, iniciada él 17 de julio de 1929, duró hasta el 20 de noviembre de 1932.
Los socialistas otra vez en el gobierno
La interrupción institucional para la comuna de Santa Rosa, iniciada él 17 de julio de 1929, duró hasta el 20 de noviembre de 1932. El recordado decreto del 23 de diciembre de 1928 del presidente Hipólito Yrigoyen, originado en el ministerio del Interior a cargo de Elpidio González y que anulara la convocatoria a elecciones dispuesta por e! intendente Lordi, marcó el comienzo de esta veda política que preocupó bastante al pueblo de Santa Rosa, ya que los comisionados que se sucedieron no demostraron eficiencia en sus funciones. Ese lapso fue pernicioso para toda La Pampa, ya que quedaron en acefalía la mayoría de las comunas de! interior, al igual que la de esta capital. Así, y en las postrimerías de 1932, siendo gobernador de La Pampa el doctor Segundo B. Gallo, se conoció el decreto del poder ejecutivo nacional convocando a elecciones en veintidós pueblos de La Pampa, incluida Santa Rosa, para el día 6 de noviembre. La fecha fue luego corregida y las elecciones se llevaron a cabo el 20 de noviembre de ese año 1932, ahora con los conservadores (general Agustín P. Justo) en el gobierno de la Nación.
Nuevo Triunfo Socialista
El anuncio de la convocatoria produjo una verdadera erupción política entre dirigentes y electores en general. Los dos partidos tradicionales, radicales y socialistas, tomaron de inmediato los recaudos para preparar sus listas de candidatos. Eran motivo de elección cuatro concejales por la mayoría y uno por la minoría, juez de paz titular y juez de paz suplente.
Mientras radicales y socialistas se preparaban para la justa, preocupados porque para la misma fecha debían competir en el resto del Territorio, en Santa Rosa se produjo el nacimiento de un tercer partido político, que se denominó Comité de Defensa Comunal, presidido por el procurador Eduardo Espeche, secundado por Arturo Castro y .Juan L. Pozo. Este nuevo partido lugareño lanzó un manifiesto que en su parte sustancial decía: “Frente a la protesta filosófico-política de Marx y Alem (¿!) y sin que nos asusten las ideas cuando son buenas, preferimos oír la protesta de nuestros vecinos” (La Capital) edición del 29-10-32). Llama la atención del emparentamiento ideológico de Alem con Marx. Pero algo había.
El vocero de este nuevo grupo político, el diario “La Capital” publica profusamente todos los manifiestos dirigidos a la pobloción, incluso con grandes letras la lista de sus candidatos que eran: a concejales, Eduardo Espeche, Arturo Castro, Pedro Navarro Sarmiento y Simón Elizondo; para jueces de paz, Víctor Pastor y César Guisández Giménez.
La elección del domingo 20 de noviembre de 1 932, fue una de las de mayor entusiasmo en nuestra ciudad. Para una población de aproximadamente diez mil habitantes (censo para 1935, 10.326 almas), se encontraban empadronados2.227 electores, deloscuales sufragaron 2.078.
El triunfo correspondió a los candidatos socialistas, doctor Alfonso Co.-ona Martínez (1171) Víctor Lordi (1162), procurador Sergio López (111 8) y Pedro Rodríguez Rubial (1107), quedando consagrados los cuatro concejales. El candidato más votado de la minoría radical fue don Mariano Faraldo (898) que superó por dos votos al doctor Sadit Peyregne. Luego del comicio se suscitó un serio conflicto, ya que el Concejo citó a don Mariano Faraldo para integrar el cuerpo, pero los radicales entendían que el citado había renunciado a su candidatura en vísperas del comicio, por lo que correspondía ungir al segundo, el doctor Peyregne. No hubo acuerdo en ese sentido y los radicales no ocuparon su banca en el Concejo.
La elección para el juzgado de paz arrojó estos guarismos: procurador Ildefonso Rodríguez 1171, como juez de paz titular, y como suplente el procurador Pedro Phagouapé, con 1129 votos, ambos socialistas.
Una Comuna Desquiciada
El nuevo Concejo socialista eligió presidente-intendente a don Víctor Lordi y vicepresidente al procurador Sergio López, que luego en 1933 ejercería transitoriamente la presidencia por licencia del intendente.
El problema fundamental del nuevo gobierno municipal residía en el crecido número de obreros desocupados. Las administraciones de los comisionados habían paralizado las obras públicas, envilecieron los salarios y aumentaron la deuda comunal.
Crear trabajo, regularizar la percepción de la renta y reeducar a los contribuyentes, emplear los obreros parados por riguroso y equitativo turno, era la tarea que debía resolver el Concejo. Para ello, se dictó inmediatamente, una ordenanza creando la Bolsa de Trabajo como dependencia municipal, donde debían inscribirse los obreros parados, por orden.
El nuevo Concejo también denunció públicamente el abandono de las más elementales obligaciones por parte de los comisionados, el déficit del erario público y el estado calamitoso de las maquinarias y herramientas del parque municipal y de la panadería de la comuna.
La acción municipal se orientó a enjugar tanto déficit y a planificar y concretar la asistencia médica gratuita en favor de todos los habitantes del municipio carentes de recursos, y la instalación de un comedor infantil cuyos beneficios alcanzaron a trescientos niños.
Extraído del Libro del Centenario 1892 – 1992