FINAL PARA UNA ÉPOCA – EL CONCEJO DEPONE A MASÓN 1913 – 1914

Tras el misterioso decreto de la Gobernación por el cual se suspendió el acto electoral de julio de 1912, en la sesión del 15 de julio el Concejo Deliberante recibió la nota n° 465 con la cual se le hacia saber que el gobierno territorial había designado

Final para una época – El Concejo depone a Masón

Tras el misterioso decreto de la Gobernación por el cual se suspendió el acto electoral de julio de 1912, en la sesión del 15 de julio el Concejo Deliberante recibió la nota n° 465 con la cual se le hacia saber que el gobierno territorial había designado a los vecinos Bernardo T. Iribas y Crispiniano Fernandez (h) para que como concejales – comisionados completaran el gobierno municipal.

Autoproscripción de Masón

Habiendo sido electo en setiembre de 1911, el mandato de don Tomas se prolongaba hasta 1913. Sin embargo no existe en las actas del Concejo constancia alguna de su cesación. Sí se advierte que la ultima acta que firma don Tomas como presidente es la No 204 del 16 de julio de 1912 (folio 302/3 del Libro 3°). A partir de allí el concejal Enrique S. Pérez, que era vice presidente del Concejo, aparece como el nuevo Intendente. Tampoco el diario La Capital de la época registra el hecho.

Sin embargo, la salida de don Tomas debió haberlo sido con fragor, ya que como surge del análisis de siguientes actas del Concejo se habría generado un espectacular conflicto entre el Concejo y Masón, culminando con la defenestración de éste por el gobierno municipal.

La firma de don Tomas no aparece en ninguna de las actas restantes del libro 3° que abarca hasta el año 13. Masón recién dejará su ostracismo cuando en diez urnas, el pueblo de Santa Rosa, con voto obligatorio y secreto (Ley Sáenz Peña) expresara su voluntad de que vuelva al máximo sitial de la Casa Municipal.

Ahora se Habla Claro

El Acta No 220 de fecha 5 de abril de 1913 del Concejo Municipal, es el único documento que hemos encontrado para interpretar cuáles eran las características del conflicto de Masón con sus pares del gobierno municipal. Comienza el acta con un pedido del presidente provisorio don Enrique S. Pérez para que el Concejo (compuesto por él y los concejales Fernández y Julián Pico) considere la actitud del titular nato don Tomas Masón, a quien formula los siguientes Cargos:
“…asumir la actitud notoriamente conocida que con más razón sabe el Concejo, a saber:

  1. haberse alzado contra las resoluciones del Concejo al negarse a pagar los impuestos que personalmente adeuda a la Comuna lo que ha dado motivo al juicio que actualmente la Municipalidad sigue a dicho señor:

(2) haber desacatado abiertamente diversas intimaciones que la Municipalidad le tiene hechas para la construcción de veredas;

(3) haber aconsejado en diversas ocasiones a los contribuyentes en el sentido de que no paguen los impuestos municipales;

(4) haber aconsejando a diversas personas que no respeten la última valuación verificada en los inmuebles:

(5) haber faltado a todo el anterior período de sesiones sin dar aviso y menos solicitado permiso; y

(6) por último habiéndose presentado hace algún tiempo en la Casa Municipal sin ejercer acto oficial alguno, va por toda la población. (!) anunciando que ha anulado las diversas ordenanzas dictadas por este Concejo, aconsejando a los vecinos que no respeten la ordenanza de fecha treinta de noviembre de 1912 sobre revoque de las fincas. Y DICE A QUIEN LE QUIERA OÍR (sic) que el Concejo está en receso y que todo lo que han hecho es nulo…

Cargos tan graves formulados con toda valentía por el Sr. Enrique Pérez, fueron ratificados -según el acta- por los concejales Fernández y Pico, que compartían así la voluntad exclusoria del Presidente provisorio. No obstante, el concejal Pico pidió un poco mas de paciencia para don Tomas..,, lo cual fue desbaratado por el concejal Fernández, que, según el acta dijo:

“…Que los cargos formulados por el presidente en ejercicio son perfectamente exactos, a los que podrían agregarse machismos más sino fuera que los ya formulados son bastante para fundamentar una resolución definitiva; que a su juicio se han agotado todos los temperamentos conciliatorios, todos los medios de persuasión y que si bien es cierto que nada puede haber mas ilegal y absurdo que el Concejo Municipal este presidido por el principal infractor a las ordenanzas, por el principal deudor de la Comuna y por el único individuo que ostensiblemente se alza contra las resoluciones del Concejo”.

Cesantía para Masón

Continúa el acta glosada: “Por todo, el Concejo de Santa Rosa de Toay RESUELVE:

1° Separar del cargo de Presidente Municipal al señor Tomas Masón, 2° de conformidad con lo establecido en el art. 5° del Reglamento Interno, se considera cesante en sus funciones de concejal al mismo señor Tomas Masón; 3° queda en ejercicio de la presidencia el suplente Sr. Enrique S. Pérez; 4° de forma”.

Nuevo Conflicto Institucional

La reacción de don Tomas debe haber sido inmediata y vigorosa. Según acta no 223 (Libro 3° Folio 368 del HCD), la Gobernación del Territorio dictó un decreto anulando lo resuelto el 5 de abril por el Concejo Municipal, mandando a reponerlo en sus cargos. Los concejales entendieron que el Gobernador carecía de atribuciones para decidir sobre la validez de las resoluciones del Concejo, y decidirán recurrir ante el Ministro del Interior para que modifique la resolución gubernamental.

Respeto a la Opinión Pública

El Concejo Municipal resolvió mantener la exoneración de Masón como intendente, aunque revocó el art. 2° reponiendo a don Tomás como concejal. Esta actitud conciliatoria fue explicada por los concejales Pico y Fernández, el pensamiento de los cuales parece estuvo influido por dos hechos notables; una manifestación de varios vecinos en favor del defenestrado, y la proximidad del primer acto comicial bajo el amparo de la Ley Sáenz Peña.

El concejal Pico propone que sin perjuicio de desconocer atribuciones al Gobernador, siendo público y notorio que un núcleo de vecinos en el que tomaron parte algunas caracterizadas personas ha hecho días pasados una manifestación de desagrado contra la resolución de este Concejo al separar del cargo al señor Tomas Masón, y siendo un deber de la Municipalidad conciliar sus actos con la opinión publica, con más razón en estos momentos en que está próximo a verificarse las elecciones, acto que es de desear se realice con la mayor tranquilidad posible, propone se reconsidere el art. 2° de la resolución del 5 de abril reincorporando como concejal al señor Masón”.

En el mismo sentido se pronunció el concejal Fernández, pero destacó: “que sin desconocer lo caballeresco del pensamiento del Concejal Pico, al pretender conciliar las decisiones del Concejo con la opinión pública, toda vez que ésta se ha exteriorizado en la forma que todos conocemos, quiere dejar constancia del peligro que hay en que se juzgue este acto como reconocimiento de un error que nunca existió; pero que en obsequio a la armonía…”

Sin embargo don Tomás no retornó a la Casa Municipal ni como intendente ni como concejal. El 1º de junio el Concejo entró en receso, y de inmediato la Gobernación designó al concejal Fernández como intendente – comisionado para, en el mes de setiembre, completar el elenco con los vecinos Mariano Berón, Luis Badia, Onofre Rey y Francisco Santa María.

En el año 1913, al ser aplicada por primera vez la Ley Sáenz Peña, el pueblo de Santa Rosa al optar entre cuatro listas, volvió a consagrar a don Tomás como intendente, en razón de que en dos de dichas listas Masón número uno.

Y lo volverá a ser a partir de allí la presencia de políticos organizados, primero y los radicales, Yrigoyen, determinaron, caudillo. De quien carecí cómo hablaba, de políticamente; pero que influencia aún en la resistiendo siempre municipal que gravara si eran cuantiosas. Un definido, sincero sí, pero muy costoso para la población.

Extraído del Libro del Centenario 1892 – 1992.

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