Alicia Palacios

por Rocío González

Deportista santarroseña calificada como referente pampeana, no sólo en el mundo del running sino en la vida, cargando una menuda historia de resiliencia. 

 Alicia y quien escribe, -yo, Rocío González-, fuimos enlazadas en esta entrevista que cruzó por unos 50 minutos nuestros destinos. 

Fue un sábado por la tarde, específicamente el día 8 de marzo, en el que con mi deportista estrella pudimos coordinar para “videollamarnos”, ya que ella reside en Santa Rosa y yo, en General Pico.

Para romper el hielo nos presentamos, nos contamos algo chiquito de nuestras vidas. Yo le dije que soy periodista, periodista deportiva en realidad, y que redactar historias es de las cosas que más me gustan. 

“Qué loca esta propuesta, ni me la esperaba”, comenzó diciendo Alicia, con humildad, entendiendo que se trataba de una distinción hacia ella como deportista. “No soy de elite, ni de las destacadas, simplemente corro, esto me sorprendió”, remarcó. 

Espléndida con sus 57 años, Alicia Ofelia Palacios Balquinta deslindó desde un principio un hecho que marcó gravemente su vida. “Estuve a punto de perder mi pierna. Fue un accidente muy grande”. 

Pero antes de entrar en ese detalle, quiso mencionar que actualmente está acompañada por dos hijos, Julián y Martín, quienes se formaron académicamente en la ciudad de General Pico. Son sus compañeros, los hombres de su vida. Así pudo apreciarse durante toda la entrevista. 

“Comencé a correr cuando me separé de mi marido, fue mi terapia. Fue un momento tremendo y correr me ayudó en muchos sentidos. Lo hago desde hace 20 años. He corrido alrededor de 15 A Pampa Traviesa, y hasta le pusieron mi nombre a una carrera de acá, de Santa Rosa. No por ser de elite, sino porque bueno, nada, colaboro en los campeonatos que organiza esta asociación y debe haber sido por eso”, menciona otra vez, con esa humildad que la caracteriza. 

Además de correr, Alicia contó que “trabajo desde los 12 años”. Y agregó que “estuve 20 años en el rubro del comercio. Actualmente tengo una estética en mi domicilio, pero soy niñera de profesión. Amo a los niños. He cuidado a tantos, pero tantos niños en mi vida, que algunos son grandes, tienen 35 años por ejemplo, y me los encuentro por todos lados, me dicen tía, nos llamamos. Cuidé a Pampita -la modelo- cuando era muy chiquita”, agregó de forma anecdótica.

Una marca para siempre

El año 2022 marcó su vida. Alicia padeció el accidente más temido por los deportistas. Un perro mordió su pierna de forma encarnizada, al punto de casi perderla.  

“Estuve cuatro meses en cama, no podía laburar. Y bueno, el mundo del running fue mi soporte en un montón de sentidos, también en el económico”, resumió y luego detalló que “estaba volviendo de entrenar, tenía que correr una pre A Pampa Traviesa. Pasé por un lugar porque quería buscar algo para poner en mi jardín, y había un perro pero no ladraba ni hacía nada, estaba ahí. La dueña de la casa no estaba, me atendió otra persona, y bueno finalmente me estaba yendo del lugar y el perro se levantó y me atacó, así, de la nada”. 

Y siguió: “me tuvieron que hacer 18 puntos, me arrancó todo el pedazo, cayó al piso. Me hice hasta un esguince del golpe. Me tuvieron que drenar, me faltaban tejidos, carne, fue tremendo”. 

Alicia declaró que “a mí me paró en todos los sentidos, estuve muy triste y angustiada. Fueron muchos meses sin caminar. En ese tiempo vino a verme una señora para que cuidara a su nieta. Y yo había cuidado a su hija también. No podía moverme, estaba en cama. Y la verdad es que pude llegar justo a cuidarla, porque caminé al mismo tiempo que su mamá empezaba a trabajar y me necesitaban. Ese momento fue de luz para mí, así que considero que Ludmi -es el nombre de la beba-, me rescató”. 

Sin embargo, esta no fue la única vez que un can la mordió. Se trató del tercer episodio. “Antes de este accidente, un perro me mordió en la línea de largada de una carrera. Me desmayé porque sentí como si me hubiesen clavado un cuchillo. Enseguida me reincorporé con ayuda de mis compañeros y a los pocos minutos estaba adelante con el pelotón, de la impotencia que sentí, corrí sin medir nada, ni el dolor. Me había preparado 4 meses para esa carrera y no podía creer lo que me había pasado. Así que de la bronca seguí y la terminé, pero con muchísima sangre y dolor”.

“Ahora estoy lesionada”, reveló. “Pensaba correr pronto, aunque sean 10 kilómetros, pero aún no estoy lista. Hago bici como para bajar la ansiedad, voy al gimnasio, practico yoga”. 

Seguidamente, describió que “correr es hermoso, ese nerviosismo antes de largar existe siempre. No importa si hace mucho tiempo que corro, todas las carreras son distintas. Todas son paso a paso, y llegar es una sensación increíble”, puntualizó. 

“Estoy entrando en una etapa de vida en la que todo lo que hago es para el disfrute. Permanecer ya está bien para mí. Lo tomo de esa forma y priorizo esto antes que la competencia. Estoy bien, bárbara, disfruto de esta forma”, calificó. 

Consultada por su sueño a cumplir, Alicia sostuvo “mi gran sueño siempre fue correr 42 kilómetros. Pero demanda muchísimo tiempo el entrenamiento, solo para llegar, son 3 horas mínimo para dedicarle por día, además de aguantarlo físicamente a mi edad. Hoy tengo que trabajar, sigue siendo mi prioridad. Pero bueno, nada de esto quita que algún día no lo pueda cumplir”, se ilusionó. 

Con la calidez que la identificó durante toda la entrevista, y antes de finalizar, la deportista quiso agradecer a sus hijos por estar siempre presentes y ser sus pilares. También a su amiga Bibiana quien la acompañó muchísimo durante su accidente, entre otros momentos difíciles en su vida. 

“No voy a dejar nunca de correr. Y el día que no pueda correr más, haré cualquier otro tipo de actividad física que pueda”, finalizó, y al despedirse, no dejó de hablar de la mejor carrera de su vida: una que corrió junto a su hijo. Porque, sin dudas, nada somos y nada tenemos sin nuestra familia, de sangre o del corazón. Gracias por tu historia.

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