ACTA Nº 0924 PRIMERA SESION ESPECIAL 924º REUNION

HONORABLE CONCEJO DELIBERANTE DE LA CIUDAD DE SANTA ROSA
ACTA Nº 924 PRIMERA SESION ESPECIAL 924º REUNION

En la Ciudad de Santa Rosa, Capital de la Provincia de La Pampa, a los catorce días del mes de junio del año dos mil siete, siendo las dieciocho horas con treinta minutos, da comienzo la Primera Sesión Especial del Honorable Concejo Deliberante de la Ciudad de Santa Rosa correspondiente al Período 2007 convocada mediante Resolución Nº 59/07 de la Presidencia del Honorable Concejo Deliberante, para dar por concluida la Semana de reafirmación de los Derechos Soberanos sobre las Islas Malvinas, Islas del Atlántico Sur y Sector Antártico; bajo la Presidencia de su titular, Concejal María Gabriela GIAVEDONI, Secretaría a cargo interinamente del Dr. Luis Omar NÚÑEZ, con la presencia de los señores Concejales Edgar Viriato ALONSO, Leandro Martín ALTOLAGUIRRE, Rubén Osvaldo BASTONERO, Alfredo Daniel CARRASCAL, Sergio Ismael Adolfo DRAQUE, Claudia Bibiana GIORGIS, María Teresa PAZ, Daniel Esteban SÁNCHEZ, José Luis SANDER y Juan Carlos SUÁREZ. Se encuentra ausente en forma justificada, el Concejal Daniel Alberto DECRISTÓFANO.—–
Ante una invitación de la Presidencia, el Concejal Draque procede a izar el Pabellón Nacional en el mástil del Recinto.————————————————————————————
Por Secretaría se pasa a dar lectura a la Resolución Nº 59/07.PHCD, cuyo texto se transcribe a continuación: “Santa Rosa, 12 de junio de 2007. Visto: La Resolución Nº 58/07 de la Presidencia del Honorable Concejo Deliberante, por la cual se constituye la Comisión Permanente para la Reafirmación de los Derechos Soberanos sobre las Islas Malvinas, Islas del Atlántico Sur y Sector Antártico; y Considerando: Que el día 14 de junio del corriente año tiene lugar la finalización de la Semana de Malvinas, con un homenaje de cada uno de los Bloques; que, conforme lo resuelto por el Honorable Concejo Deliberante se ha postergado la Sesión Ordinaria prevista para el día indicado; que es facultad de la Presidencia del Honorable Concejo Deliberante convocar a Sesión Especial cuando hubiere motivos para así hacerlo, conforme lo dispuesto por el Artículo 49 inc. 4º) de la Ley Orgánica de Municipalidades y Comisiones de Fomento; que, a los efectos indicados anteriormente, resulta procedente convocar a una Sesión Especial; por ello: La Presidencia del Honorable Concejo Deliberante Resuelve: Artículo 1º: Convocar a Sesión Especial del Honorable Concejo Deliberante, para el día 14 de junio de 2007 a las 18,00 hs., a los fines de dar por concluida la Semana de la Reafirmación de los Derechos Soberanos sobre las Islas Malvinas, Islas del Atlántico Sur y Sector Antártico. Artículo 2º: Regístrese, comuníquese, publíquese y pase a conocimiento del Honorable Concejo Deliberante. Fdo.: Dra. María G. Giavedoni, Presidente del Honorable Concejo Deliberante. Dr. Gustavo Parra Morón, Secretario del Honorable Concejo Deliberante”.————————————————————————————————-
PRESIDENCIA: Concejal Carrascal, tiene la palabra.————————————————-
CONCEJAL CARRASCAL: Sí, señora Presidenta, Concejales, Vecinos, ex Combatientes: Como cada año, conmemoramos este 10 de Junio un nuevo Aniversario del nombramiento de Luis Vernet como Gobernador de las Islas Malvinas. Esto sucedió en el año 1829. Cuatro años después, durante la Presidencia de Juan Ramón Balcarce, la Corona Británica se impondría por la fuerza, y desde el 8 de enero del año 1833, salvo el tiempo que duraron las acciones bélicas de la Guerra de Malvinas, el Reino Unido ha llevado a cabo una injustificada usurpación. No hay otro modo para designar aquello que se impone sin razones y por la fuerza. La justicia del reclamo argentino, no ha podido nunca ser cuestionada. Y sólo ha merecido como contraparte, fuera de la usurpación consumada, el tibio argumento de la determinación de los habitantes. Las razones que nos asisten para reclamar la pertenencia de las Islas Malvinas y Archipiélagos circundantes, tienen sólidos fundamentos: -Históricos: El descubrimiento de las Malvinas ha sido alegado por varios navegantes con anterioridad al siglo XVII. De todos sus “descubridores” dudosos, los que más probabilidades tuvieron de haberlas visto realmente, fueron los marinos españoles de la nave “San Antonio”, de la Expedición de Magallanes. Desde entonces, la ocupación española fue sostenida a pesar de innumerables intentos de usurpación por parte de fuerzas extranjeras. Desde 1767, período en que se consolidan las ocupaciones en las Islas por parte de colonos españoles, hasta 1811, las Islas tuvieron veinte gobernadores españoles, en su totalidad marinos, que respondían en los primeros tiempos a los Reyes de España y luego al Virreynato del Río de La Plata. Como consecuencia de la liberación de las Provincias del Río de la Plata, en 1816, todas las posesiones del Virreynato pasan a manos de la naciente República Argentina. Esto se mantiene hasta los hechos ya narrados de 1833. -Fundamentos geográficos: La distancia que separa a las Islas del territorio Argentino, es incomparablemente menor a la que separa a Malvinas de cualquiera de las colonias británicas; ¡ni qué decir de la distancia hasta Londres!. Pero aún más significativos, son los argumentos que da la Convención del Mar de las Naciones Unidas de 1982: “Los fondos marinos son la prolongación natural de las tierras emergidas, e integran los denominados márgenes continentales, hoy cubiertos por el mar. Las Islas Malvinas se encuentran geológicamente vinculadas con la Patagonia”. Detengámonos aquí a reflexionar sobre las razones que el Reino Unido viene sosteniendo para continuar con la ocupación. Habitualmente, cuando un Estado ejerce una actitud de colonialismo, lo hace sobre un territorio determinado y su población. No ha sucedido así en las Malvinas, porque los británicos, al ocuparlas por la fuerza en 1833, expulsaron a los habitantes argentinos e introdujeron una nueva población. Esos habitantes son británicos por su origen, y cuando no lo son, están fuertemente britanizados, por la lengua, las costumbres y la ciudadanía, ya que gozan del mismo pasaporte que los residentes en Inglaterra. Además, son empleados del gobierno de ocupación o de las dos únicas empresas existentes en las Islas, que son de capital británico. Podemos apreciar claramente que la población británica de las Malvinas no tiene ninguno de los rasgos diferenciales que permitan considerarla una nacionalidad o una etnia; es decir, un pueblo diferenciado. No tienen idioma propio, cultura distintiva ni hábitos psicológicos reflejados en una comunidad singular. No son un pueblo originario de las Islas, colonizado por el invasor británico. Por el contrario, son ellos mismos agentes de colonización. En síntesis, no existe ninguna nacionalidad, etnia ni pueblo que pueda denominarse kelpers o falklanders. No existe ningún idioma ni ninguna cultura kelper o falklander. Existen británicos pobladores de las Malvinas, que siempre manifestaron su voluntad de seguir siendo británicos. Sobre esta voluntad, hay una infinidad de expresiones concretas desde hace muchos años. Entre ellas, la más significativa es la de Lord Shackleton, inserta en un informe publicado en 1976, y dice: “Resulta evidente a cualquier visitante de las Islas, que la población es británica. Y como nos fue recalcado vigorosamente cada vez que se trató el tema, está firme en su deseo de seguir siendo británica. Jamás ningún kelper dijo algo diferente. Y ahora, detengámonos a reflexionar sobre las acciones y la política que han tenido los últimos gobiernos de la República Argentina. Dejemos las acciones previas a la guerra, período en el cual nuestro país constantemente reclamó la soberanía, con mayor o menor éxito, en los ámbitos internacionales. Las acciones bélicas llevadas adelante por el gobierno de facto en 1982, no contribuyeron a una construcción pacífica de pertenencia, ni lograron sumar razones al reclamo. Más bien, debilitaron la idea de que la fortaleza está en la razón y no en la fuerza. La peor consecuencia de aquella guerra, fue el proceso de más desmalvinización que le siguió. Ya en democracia, es de destacar la política de solución de conflictos que derivó en la firma de los Tratados con el vecino país de Chile. La lección de la Historia fue tenida en cuenta. La gestión que le siguió, con su política de seducción, no sumó un solo elemento positivo en el camino de la recuperación de la soberanía en Malvinas. La política de seducción, incluidos los “ositos de peluche”, merecieron la peor repulsa y no redundaron en un solo reconocimiento digno de mención. Hoy se lleva adelante una política de endurecimiento que es difícil evaluar en la perspectiva que da el tiempo, y sin poder aún medir las consecuencias de la misma. Podemos acordar entonces que, en el tema Malvinas, ha habido una política errática y sin logros ciertos en los años que van de democracia. Es justo hacer la salvedad de que en todos estos años son cada vez más los países que apoyan el reclamo argentino en los ámbitos internacionales. La persistencia, y fundamentalmente la coherencia debieran ser la constante de nuestra política exterior. Malvinas es para nuestra sociedad, una de las mayores deudas históricas con quienes las defendieron, con quienes dejaron allí su vida. Nuestra deuda es con nuestros Veteranos de Guerra, que en todos estos años han dado testimonio de una firmeza inquebrantable por la causa de Malvinas. La guerra dejó trascender lo mejor y lo peor de todos nosotros. Muchos no volvieron. Muchos que volvieron, ya no están entre nosotros, víctimas del peor y más ingrato de los castigos: el olvido. Para los habitantes de las Malvinas, la autodeterminación puede ser una aspiración para convertirse en verdaderos dueños del territorio. Para el Reino Unido, no es más que una carta para jugar en la Mesa de Negociaciones, como se ha dicho. Pero, si llega a desarrollarse una gran riqueza en el archipiélago -el petróleo, por ejemplo-, entonces será difícil que los ingleses dejen este beneficio en manos de los kelpers. Para los argentinos, lo mejor sería tener una política exterior firme y sensata. Entonces, sería útil que los ciudadanos tengamos una idea clara sobre la situación. No claudiquemos en la defensa de los incuestionables derechos de los argentinos, y sepamos resistir los argumentos de los colonialistas de afuera y de los cipayos de adentro. Nada más, señora Presidenta.——————————————————
PRESIDENCIA: Concejal Alonso, tiene la palabra.—————————————————
CONCEJAL ALONSO: Gracias, señora Presidenta. “Soberanía”: la define la Enciclopedia Sopena como “autoridad suprema del poder público”. Y “soberanía nacional”, la que corresponde al pueblo, de quien se supone emanan todos los poderes del Estado, aunque sean ejercidos por representación. Nuestro reclamo por la soberanía de las Islas Malvinas e Islas del Atlántico Sur, es inclaudicable. Y por ser un tema tan caro a nuestras convicciones e intereses, resulta realmente difícil abordarlo, cuando tantas personalidades de nuestro foro, como así también de la política, políticos insignes y escritores relevantes, verdaderos especialistas en el tema y durante 174 años, han alegado en forma oral y escrita sobre los derechos que asisten a nuestro país a la posesión de las Islas, y dedicaron su labor a profundizar sobre el tema. Este despojo, llevado a cabo por la Corona Británica un 3 de enero de 1833, fue producto de los conflictos internos de nuestro país y el ofrecimiento en 1829 que le hace a Inglaterra el recientemente designado Comandante Político y Militar de las Islas Malvinas Luis Vernet, a través del representante en Buenos Aires Woodbine Parish mediante una carta que en uno de sus párrafos dice: “Estaría muy contento de que el gobierno de Su Majestad tomara las colonias bajo su protección”. Desde ese entonces, todos los gobiernos argentinos han reclamado la devolución de las Islas, esgrimiendo derechos absolutamente legítimos sobre su territorio. Por sus características político-institucionales y geográficamente estratégicas, fue un hecho similar al que se produjo con España por Gibraltar, que canjeó estas tierras por el reconocimiento al Rey Felipe V de España, y hoy sigue demandando su soberanía. Pese a la cantidad de reclamos formulados año tras año por nuestro país, pocos fueron los hechos relevantes que se produjeron en forma diplomática. El 4 de enero de 1966, por Resolución de la ONU Nº 2065, insta a proseguir sin demora las negociaciones. En respuesta, Gran Bretaña reconocería -y vuelvo a repetir, “reconocería”- la soberanía argentina sobre las Islas “…a partir de fecha a convenir…”, que plasma en un documento nominado como Memorando de Entendimiento. Y el tristísimo año 1982, que nos pone en pie de guerra con Gran Bretaña a raíz de la toma de las Islas Malvinas el 2 de abril de 1982, con su crisis previa en las Georgias, donde se olvida la idea inicial, según nos contaron, de recuperar las Islas como golpe de efecto para obligar a una negociación más rápida y positiva, golpe de efecto que costó vidas y sufrimientos a quienes portaron tan preciados bienes, hasta llegar -pese al comportamiento heroico de nuestros soldados, el cual es bueno recordar año tras año, para no olvidar o que sólo quede en el recuerdo de algunos pocos, o sólo de quienes lo sufrieron- al nefasto 14 de Junio de dicho año. Lo expresado, ni siquiera pretende ser un somero relato de acontecimientos. Pero sí quisiera que todos los argentinos tengan un conocimiento cabal y una información seria de los hechos, para poder sostener en forma terminantemente innegable que las Malvinas fueron, son y serán nuestras, por antecedentes y por derechos. Gracias, señora Presidente”.————————————————————–
PRESIDENCIA: Concejal Suárez, tiene la palabra.—————————————————
CONCEJAL SUÁREZ: Señora Presidente, señores ex Combatientes, Vecinos: Hoy, 14 de junio de 2007, hace exactamente veinticinco años del fin de una batalla. No del fin de la guerra, como dijo en el día de la fecha Margaret Thatcher en un acto conmemorativo realizado en Inglaterra. Porque la defensa de la soberanía nacional es, y seguirá siendo, un tema de ejercicio permanente. Estamos transitando, aquí en Santa Rosa, una nueva Semana de Reafirmación de Nuestra Soberanía, cumplimentando lo dispuesto por la Disposición que en el año 2004 retomara una iniciativa de 1986 que impulsaba la creación de una Comisión Permanente para la Reafirmación de los Derechos Soberanos sobre las Islas Malvinas, Islas del Atlántico Sur y Sector Antártico. Así se hizo, y por lo tanto pudimos concretar la primera Semana de Reafirmación de nuestra Soberanía y Declaración de Santa Rosa. Efectuamos y adherimos a todas las acciones conducentes a mantener vivo el sentido reivindicatorio del pueblo argentino hasta la recuperación de nuestra soberanía sobre las Islas Malvinas y espacios marítimos circundantes. Ese compromiso asumido en el año 2004, involucró no sólo a este Concejo Deliberante sino también a organizaciones intermedias y gubernamentales, e implicaba una concientización profunda sobre esta temática, a través de charlas-debate, actos públicos, espectáculos artísticos y, por supuesto, las imprescindibles actividades en los establecimientos educativos, tanto de nuestra Ciudad como en todo el territorio provincial y nacional. Hoy podemos decir que nuestro aporte impulsando estas concreciones, ya se ha institucionalizado. Y por lo tanto, debemos persistir y mantener la convicción de que la defensa de la Soberanía Nacional es y debe seguir siendo un tema de ejercicio permanente. Cuando hablo de “ejercicio permanente”, es porque considero que el tema de la Soberanía Nacional no debe circunscribirse sólo a la realización de actos conmemorativos en fechas emblemáticas. El espíritu del compromiso asumido es mayor. Con la institucionalización de la Semana en Defensa de la Soberanía no alcanza. Hace falta profundizar en la concientización. Nuestro país no ha decaído en sus reclamos. Nosotros debemos estar a la altura de esos reclamos. Como un ejercicio de memoria, me permito recordar algunos consejos que demuestran esa necesidad. En 1948, en Colombia, fue la primera vez que en un foro internacional se habló del asunto Malvinas. La resolución anticolonial de Bogotá, creó la Comisión Americana de Territorios Dependientes, e incorporó la doctrina argentina de una nueva nomenclatura jurídica, la de los “territorios ocupados de facto”. Las Islas son “territorios ocupados”. No son “colonia o posesión”, ya que es un territorio con soberanía preexistente; soberanía que se perdió por la fuerza. Para nosotros, las Malvinas de derecho son argentinas: territorio nuestro, ocupado por Gran Bretaña. No son una colonia inglesa. Aceptarlo, sería reconocer el principio de autodeterminación, que es lo que pretende Inglaterra. Inglaterra denomina a las Malvinas como “colonia, posesión o territorio dependiente”, pero el régimen legal de Malvinas es el de “territorio ocupado de facto por una potencia extranjera”. Territorio ocupado con soberanía preexistente, ocupado con un hecho de fuerza. “Soberanía preexistente”, porque preexistía a la ocupación violenta por parte de los británicos en 1833, y esa soberanía había sido ejercida a través de una serie de gobernadores designados por Buenos Aires. El reconocimiento de la soberanía argentina, está ajustado a los principios del derecho internacional y concordante con lo establecido en la Resolución 1.514 de las Naciones Unidas, que prohíbe el quebrantamiento de la integridad territorial de un país. La justicia de ese derecho es restituir las Malvinas al cuerpo orgánico y cultural de la Nación Argentina. Además, los habitantes de las Malvinas forman una comunidad, pero no son, o no descienden de los nativos de las Islas. Son nativos de las Islas Británicas, y esto ha sido reconocido por el gobierno inglés después del conflicto bélico de 1982. La posición argentina ante las Naciones Unidas, es que los kelpers no pueden tener el derecho a la libre autodeterminación, porque son una población ocupante, y no nativos. Los isleños no son nativos de Malvinas, sino pobladores del Reino Unido. A partir de 1833, las Malvinas se fueron poblando con británicos, que acudieron siempre con carácter transitorio, en cumplimiento de misiones oficiales o de contratos de labor con la compañía propietaria de la mayor cantidad de tierras en el archipiélago, la Falkland Islands Company. A los habitantes de las Islas, Inglaterra los mantuvo siempre en condiciones de inferioridad política y atraso social, hasta que sucedió la guerra de 1982. Después del conflicto bélico, Inglaterra les dio la ciudadanía inglesa, y ahora los malvinenses son parte integral de Inglaterra. Esa ciudadanía inglesa a los isleños, les cierra el proyecto conducente a la independencia. Ya no pueden decir que las Malvinas son una colonia, y que ellos pueden autodeterminar su independencia. Ahora, son ingleses que viven en un territorio que no es inglés. No son un pueblo distinto al británico, sino británicos asentados en las Malvinas. Esto desvirtúa el principio de las decisiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas. Inglaterra anotó a las Malvinas en Naciones Unidas, como “colonia”. Argentina aceptó que Gran Bretaña sólo administrara esos territorios. Argentina, ante las Naciones Unidas, no considera a Malvinas como colonia inglesa, sino como posesión material de facto, sobre la que nuestro país mantiene su soberanía. En este sentido, es que continúan las deliberaciones y reclamos de nuestro país por vía diplomática. Y es también en este sentido, que insisto en afirmar que la defensa de la soberanía nacional, es y debe seguir siendo un tema de ejercicio permanente. Nada más, señora Presidente.——————————————————————————————-
PRESIDENCIA: Concejal Bastonero, tiene la palabra.————————————————
CONCEJAL BASTONERO: Gracias, señora Presidenta. Hoy estamos reunidos en Sesión Especial, para conmemorar y dar cierre, como todos los años en que hemos desarrollado nuestra gestión, a la Semana de la Reafirmación de los Derechos Soberanos sobre las Islas Malvinas, Islas del Atlántico Sur y Sector Antártico. El día 10 de Junio de cada año, se conmemora en la Argentina la designación del Primer Gobernador Argentino en las Islas Malvinas, en 1829. En aquel año, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires designó Gobernador del Archipiélago a Don Luis Vernet, quien estaba trabajando en la colonización del Puerto Soledad. Es éste un hito más entre los antecedentes que dan apoyo a los reclamos sobre la soberanía argentina sobre las mencionadas Islas. No deseo extenderme demasiado en realizar una lectura de los hechos históricos -pero sí podemos decir que son precedentes y demás avales que justifican sobradamente el reclamo argentino-, sino deseo más bien centrarme en dos conceptos que, a mi entender, son fundamentales para el regreso de ese preciado trozo del suelo argentino al seno de nuestra Nación: el de no claudicar nunca en el mantenimiento de la posición argentina ante los distintos organismos mundiales, y el de hacerlo pacíficamente. Éste, sin dudas, es el camino más largo, pero es aquél que nos brindará más satisfacciones en el futuro. No debemos soslayar la Guerra de Malvinas de 1982 y la importancia de la misma en el recuerdo colectivo de la soberanía sobre las Islas. No podemos dejar de pensar en la triste ironía del destino. Nunca una causa tan justa como Malvinas, fue defendida de forma tan brutal e injustificada por quien representaba una causa tan injusta para el bienestar general de un país. Probablemente, era la única forma de negociación que conocían. La acción bélica degradó aún más la imagen internacional de nuestra Nación, volcando a los foros internacionales a favor de los ingleses y distanciando a los habitantes de las Islas los que, a veinticinco años de la contienda, aún guardan resquemores para con nuestra Nación. Esperemos que de los errores cometidos del pasado hayamos aprendido, aún de la manera más dolorosa, para que la reparación que estamos esperando se produzca, y volvamos a ver la Bandera Argentina ondear sin impedimento alguno en esas tierras australes, tan caras a nuestros afectos. Señora Presidente: éste es nuestro sentir. Y digo “nuestro sentir”, porque es el sentir del Bloque del Frente Justicialista Para la Victoria, como así también del Bloque Justicialista. Nada más.—————————————————————————
PRESIDENCIA: Concejal Sander, tiene la palabra.—————————————————-
CONCEJAL SANDER: Señora Presidente, señores Concejales: Nada más oportuno que en un ámbito democrático como lo es el Recinto del Concejo Deliberante, se pueda desarrollar una semana de recordación de la gesta de Malvinas. Y decimos que nada más atinado y más oportuno, porque fue una dictadura la que nos arrojó a ese terrible error, y es la democracia la que tiene la responsabilidad -y somos los miembros activos de esta democracia los que tenemos la responsabilidad- de que esto no pase al olvido y que no volvamos a hablar nunca más de esa teoría de “desmalvinización”. Pertenezco a un partido político, a un movimiento profundamente cristiano y humanista. Por eso en nuestra Doctrina, la Doctrina Justicialista, permanentemente el General Perón desechaba la acción violenta y planteaba a aquéllos que fuésemos sus lectores, sus adoctrinados, la acción pacífica en absolutamente todos nuestros actos, no solamente políticos sino de vida. Por eso creemos que la acción diplomática es uno de los elementos a que debemos seguir apostando desde la democracia. No creemos, bajo ningún aspecto, que las diferentes teorías diplomáticas que se hayan venido planteando hasta el momento hayan sido erróneas, o en vano, o no hayan generado el efecto suficiente. ¿Por qué decimos esto…, porque la comunidad internacional, a través de diferentes pronunciamientos, organismos de un peso político muy fuerte, ya han reconocido la soberanía para con la Argentina. Tal vez no hemos tenido todavía el pronunciamiento de quienes deberían pronunciarse, que en este caso es Inglaterra, pero sí organizaciones internacionales que nos han dado un fuerte respaldo en este sentido; países latinoamericanos que nos acompañan permanentemente en cuanta convención y en cuanta reunión se plantea el tema Malvinas. Cada vez que los gobiernos argentinos hemos planteado el tema Malvinas, independientemente de nuestras ideologías y de nuestras banderas políticas, hemos sido acompañados por nuestros hermanos latinoamericanos. Por eso decimos que la acción diplomática sigue siendo la vía para poder recuperar Malvinas. Y nunca más, esa trasnochada decisión de generar una guerra. Desde chico he tenido sensaciones diferentes con el tema Malvinas, pero hubo algo que modificó contundente y categóricamente esta visión, y fue “Balsa 44”. Quienes hayan tenido la posibilidad y el honor de leer “Balsa 44”, entenderán por qué hay un antes y un después en el sentimiento sobre Malvinas, pero a su vez en el sentimiento por los ex Combatientes de Malvinas. Por eso, uno, cuando los ve, y siente en el devenir cotidiano, que no hay ejemplos para la juventud, nosotros decimos: esa juventud que ofreció su vida, sabiendo que la decisión era errónea, que tal vez el camino que se elegía no era el apropiado, sabiendo todo eso ofreció su vida, es un ejemplo para todos nosotros; para los que ejercemos la acción pública, pero a su vez es un ejemplo para aquellos jóvenes que los están buscando. Son ejemplo no sólo de vida sino también de aquéllos que ofrecieron nada más ni nada menos que lo más caro que tiene un ser humano, que es su propio ser, su propia circunstancia y su propia situación. Por eso, esta Semana de Malvinas nos es tan cara a todos nosotros, y la vivimos -y ya entrando en el último año- con mucho orgullo, acompañando a los ex Combatientes y sintiéndonos acompañados por los ex Combatientes. Somos conscientes, desde el Estado y desde las Organizaciones No Gubernamentales, de que todavía faltan muchas acciones y mucho camino por recorrer, para poder darles las reivindicaciones que ellos deben tener. Pero ya hemos tenido de parte de este Gobierno Nacional, pinceladas muy importantes que benefician a los ex Combatientes de Malvinas de la Provincia de La Pampa, de la Ciudad de Santa Rosa, pero a su vez que nos llenan de orgullo, porque tan bien nos representan en todos lados, con un espíritu crítico pero permanentemente constructivo. Cada vez que los hemos convocado, han venido a sumar, a hacer escuela y docencia de lo que fue su vida. Creo que la mejor recordación que podemos hacer para aquéllos que quedaron en Malvinas, para aquéllos que regaron esas tierras frías con sangre argentina, es hacer un minuto de silencio; pero tal vez no solemne, tal vez no un minuto de silencio de los habituales: un minuto de silencio que nos lleve a reflexionar, que nos retrotraiga a nosotros mismos, y podamos entre todos, como hemos logrado hoy, desde un ámbito democrático y con los doce Concejales que son los representantes legítimos, constitucionales de la Ciudad de Santa Rosa, podamos entre todos reflexionar, y cuáles son las acciones constructivas que debemos de seguir en el futuro, y cuáles son las acciones públicas y las políticas públicas que le debemos sumar a esta acción diplomática, que tal vez es lenta, que tal vez no se avanza de la manera que uno creería, pero sí que avanza, que de a poco va teniendo sus logros y va viendo sus frutos. La comunidad internacional ya ha fijado posición con relación al tema Malvinas. La comunidad argentina ya ha fijado su posición con relación a Malvinas. Y cuando lo decimos, es porque hubo un manto de olvido muy profundo, del cual no queremos volver a hablar. Por eso este minuto de silencio que proponemos, roza absolutamente lo que ya habíamos planteado. Recomiendo -y esperemos que para el próximo año “Balsa 44” sea uno de los libros que se puedan reeditar-… Esto, como una expresión de deseos, porque quien lo leyó, y en lo personal, me conmovió muchísimo. Fue uno de los pocos materiales bibliográficos que uno ha podido ver que le ha robado una lágrima. Y no es porque uno sea un insensible, sino porque “Balsa 44” realmente te hace sentir lo que sintieron nuestros jóvenes en aquellas aguas frías. No quiero terminar esto con frases hechas o un discurso grandilocuente, pero sí dejarlo manifiesto, teniendo en cuenta que hay jóvenes que hoy nos acompañan, teniendo en cuenta que los ex Combatientes han tomado una posición social muy fuerte y que es generar docencia sobre su realidad, para que lo mucho o poco que se genere desde el ámbito diplomático se tome en cuenta y sea valorado por aquéllos que…, bueno, tal vez tenemos unas ansias mayores. Y es así, porque sentimos nuestra pertenencia con relación a Malvinas. Porque pasamos del odio al cariño, producto precisamente de lo que ellos nos volcaron, de lo que ellos nos adoctrinaron, desde lo que nos inculcaron. Señora Presidenta: la moción concreta es un minuto de silencio para que podamos generar el ámbito de reflexión, y entre todos rendirle homenaje a aquellos jóvenes que son un ejemplo para aquéllos que estamos, y para los que vienen como generaciones políticas, y que van a formar parte de los nuevos estamentos sociales, un momento de reflexión sobre cuáles son las acciones que deberíamos de seguir. Gracias.—————————————————————————-
PRESIDENCIA: Ponemos, entonces, a consideración de las señoras y señores Concejales la realización del minuto de silencio. Los Concejales que estén por la afirmativa, sírvanse emitir su voto… Aprobado por unanimidad. Procedemos, entonces, a realizarlo.————————-
De pie, los presentes proceden a rendir el homenaje propuesto.————————————–
PRESIDENCIA: Se encuentran presentes en esta Sesión especial, alumnos y profesoras de la Unidad Educativa Nº 6, que desean hacer entrega de un presente a los Veteranos de Guerra, que también se encuentran presentes en esta Sesión Especial. Por ello invito a los ex Combatientes a que pasen para que los alumnos puedan hacerles entrega de este presente.—–
Conforme lo expresado por la Presidencia, los alumnos de la Unidad Educativa Nº 6 proceden a hacer entrega de un presente y de una Carta a los miembros del Centro de Veteranos de Guerra. Ante una invitación formulada en tal sentido, el texto de la Carta es leído por una alumna, en los siguientes términos: “Mensaje para nuestros representantes políticos: Los alumnos de la Unidad Educativa Nº 6 de 9º 4ta., queremos manifestar públicamente nuestra preocupación por las gestiones diplomáticas que se deben realizar para la recuperación de las Islas Malvinas. Creemos que la única manera que hay de valorar lo que han hecho los soldados en 1982, es haciendo que vuelva a flamear la Bandera Argentina en esas tierras. Y el único camino posible, ha de ser a través de las negociaciones. Para esto, se debe mandar a negociar a los mejores hombres, a los más capaces. Los argentinos estamos en deuda con los ex Combatientes. Es una deuda que sólo se puede pagar con la recuperación de las Islas. Es por eso, que no se deben bajar los brazos”.————————————————————–
Seguidamente, se invita a hacer uso de la palabra a los miembros del Centro de Veteranos de Guerra, por lo que el señor Carlos CALMELS, Presidente del mismo, se dirige a los presentes, en los siguientes términos: “En nombre de mis compañeros, de los que no pudieron venir porque están trabajando, es un orgullo que estén ustedes acá. Como decía uno de los Concejales, tuvimos que hacer docencia para reivindicar a nuestros compañeros que quedaron defendiendo nuestras Malvinas, en la turba y en nuestro Océano. Pero no nos cansa. Por ahí, hay mucha gente que nos dice: “No les quiero preguntar, porque tengo miedo de que les haga mal”. Nos hace mal el olvido. Nos hace mal el silencio. Nos reconforta tener sangre nueva con ganas de defender la soberanía. Nos llena de orgullo que esa semillita que empezamos a poner en el noventa, cuando creamos el Centro, hoy ya está germinando. Nuestros políticos la tienen muy, muy clara, y hoy vemos que nuestros chicos tienen mucha madurez, y nos están demostrando que ellos no van a bajar la Bandera de Malvinas. Así que estamos muy reconfortados, y solamente agradecerles. Lo que hicimos nosotros, yo pienso que lo podía haber hecho cualquier argentino para defender la soberanía. Así que yo pienso que ustedes tienen que defender la soberanía cuando empiecen a trabajar; defender la soberanía cuando estudien, cuando lleguen a ser funcionarios, empresarios… Defiéndanla, defiendan la Bandera, defiendan a nuestras instituciones. Y que nuestros hijos vean un país mejor. Gracias a ustedes, gracias a los señores Concejales, y estamos orgullosos de que nuestra sociedad nos contenga, y ver estos frutos. Muchísimas gracias”.—————————————————————–
PRESIDENCIA: Concejal Paz, tiene la palabra.——————————————————–
CONCEJAL PAZ: No quiero dejar pasar este momento, sin decirles a los ex Combatientes, que recién nos saludaban y nos decían “Gracias”: No les admitimos esas “gracias”. Las “gracias”, se las debemos decir nosotros, siempre. A los alumnos que nos acompañan, decirles que este ámbito, este Concejo Deliberante, tiene las puertas abiertas para todas sus preocupaciones, para toda su participación, que quieran tener, en un ámbito democrático; que nos enorgullece que junto a estos Veteranos de Malvinas haya un grupo de esta nueva generación que tiene la responsabilidad de permanecer de pie, alertas y expectantes, porque esta lucha por nuestra soberanía debe ser una lucha fortalecida con una movilización permanente. Hemos hablado de “paz”, pero no de “olvido”. No podemos desmalvinizar nunca nuestro pueblo, y debemos estar atentos. Atentos, porque cada vez que hay un acto, un reconocimiento, el pueblo todo -no los funcionarios, el pueblo todo- debe estar en la calle para realmente decir que esta causa es de todos. Ya dije en un discurso, y vuelvo a repetir: La Patria, nuestra Bandera, nuestros símbolos, nuestros muertos en Malvinas, son de todos. Nada más. Muchas gracias.—————————————————————————————
PRESIDENCIA: Si ningún otro Concejal va a hacer uso de la palabra, y siendo las diecinueve horas con quince minutos, se da por finalizada la Sesión Especial.———————————-

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