LOS RADICALES A LA PALESTRA 1916
En el año 1916 y al amparo del fortificado movimiento Yrigoyenista que alcanzaría predominio nacional, nace en Santa Rosa la Unión Cívica Radical.
Los radicales a la palestra
En el año 1916 y al amparo del fortificado movimiento Yrigoyenista que alcanzaría predominio nacional, nace en Santa Rosa la Unión Cívica Radical. En ese año, el Concejo Municipal debía proveer a las vacantes dejadas por el señor Mariano Berón, independiente, que había renunciado, y de don Tomás Mason, dejado cesante por ausencias reiteradas.
La primera presencia de los radicales en los comicios fue triunfal, imponiendo a sus candidatos, el doctor Mariano P. Pascual y el fuerte comerciante Felipe Yarza, que obtuvieron 464 y 454 votos, respectivamente, contra 299 que lograron los candidatos socialistas Antonio Buira y Hugo L. Nale.
Ocaso de T. Masón
El año 1917 también fue victorioso para los radicales, que consagraron concejales a Juan Carlos Neveu y Crispiniano Fernández, en elección que marcó el ocaso definitivo de don Tomás Mason en su trayectoria política, ya que su partido resultó último en el escrutinio, después de los socialistas. Se trataba del denominado Partido Progresista que lideraba el doctor Amallo y cuya formación había surgido entre elementos conservadores en General Pico.
El diario “La Autonomía” criticaba la metodología políticas de los progresistas, a los cuales, cáusticamente, denominaba “los cangrejos”, en oposición a los socialistas de quienes decía que “son los hombres del método y del orden” (edición del 20 de noviembre de 1917).
Polémica Preelectoral
Los radicales, que a la postre triunfarían, anunciaban estruendosamente antes de las elecciones que harían “sonar como matracas” a socialistas y cangrejos. Aquéllos, los socialistas, respondieron al reto proclamado así, según transcripción del diario “La Autonomía”; “Concurrimos a la lucha comicial con programa y con candidatos elegidos por los afiliados a la luz del día. Nuestras fuerzas – continúan – no fallan; año a año aumentan porque nuestros trabajos no son a base de taba, churrasco y vino como lo hacen los radicales y el propio juez de paz”, indudablemente, una respuesta clara y fundada. Sin embargo, como consignamos más arriba, el triunfo electoral fue para los radicales.
Sin Local para Votar
Al año siguiente, 191 8, debían ser cubiertas tres vacantes, dos por terminación de los mandatos de los radicales. Pascual y Yarza, y por renuncia del concejal socialista Spongia. Se produce entonces un hecho muy especial. El Concejo hizo todos los aprestos, convocó a elecciones, confeccionó los padrones y designó a las autoridades de diez mesas. Sin embargo pocos días antes del fijado para las elecciones, previstas para fines del mes de noviembre, el Concejo debió suspender el acto eleccionario por falta de locales donde poder hacer funcionar a las mesas receptoras de votos, según constan en el acta 126 del 25 de noviembre de 1918, del registro del H. Concejo Deliberante de Santa Rosa.
Concejales Comisionados
En el año 1919 sólo quedan en sus cargos los concejales Neveu y Fernández, y ante el fracaso de las elecciones del’ 1 8, el gobernador crea una curiosa figura política, la del “concejal -comisionado”, y designa para ello a los vecinos Juan Pedro Torroba, Juan Llanos y Ambrosio Sansinanea. Por descontado que esta elección recayó entre dirigentes del comité Radical.
Hubo necesidad luego, de recomponer los padrones, tarea que insumió gran parte de ese año “19 completándose en agosto de 1919 con 1.384 inscriptos. La situación del Concejo, no obstante, se prorrogó y al comenzar el año ’20, se produciría la convocatoria a elecciones tan ansiadas para el 21 del mes de marzo.
Los dos partidos mayoritarios el Radical y el Socialista, iniciaron con bastantes anticipación los preparativos electoralistas. Los radicales han tomado vuelo al amparo de un gobernador partidista y se han convertido en el enlace obligado con las autoridades nacionales (que encabeza el presidente Hipólito Yrigoyen) para los autonomistas pampeanos.
Entusiasmo Proselitista
En vísperas electorales, la efervescencia fue grande, con actos públicos que se verificaron en la vieja Plaza Mitre (hoy Plaza San Martín), al pie del monumento que servía de tribuna. “La Autonomía” y “La Capital” denunciaban el exceso de entusiasmo de los encargados de pegar carteles, que habían llegado a hacerlo en las puertas de casa de los vecinos más conspicuos.
El día de las elecciones y después de más de dos años de veda política, la población de Santa Rosa se moviliza desde hora temprana con el entusiasmo propio de una reapertura comicial, pero dando un nuevo ejemplo de corrección cívica, contrastando con lo ocurrido en varias localidades del interior donde era frecuente denunciar la intromisión policíaca en favor del caudillo más acaudalado, prohijado por el gobernador de turno.
Gana el Radicalismo
Cerrado este comicio, el escrutinio constituyó una ceremonia poco usual, durando dos días con sus noches merced al celo puesto de manifiesto por el joven fiscal socialista, Domingo Salvador! Gentil). El escrutinio luce en el acta 135 del H.C.D. de Santa Rosa y arrojó el siguiente resultado: Radicales, 430 votos; Socialistas, 340. Aquéllos impusieron como concejales a Onofre Rey, que hasta la víspera había sido secretario municipal; el doctor Mariano F. Pascual, Ambrosio Sansinanea y Felipe Yarza. Por la minoría socialista, resultó consagrado el abogado, escritor y profesor, doctor Pedro E. Pico. Recibieron también votos sus compañeros de lista, Hugo L. Nale, Antonio Buira y Luis Glerean.
Extraído Libro del Centenario 1892 -1992