CONSERVADORES EN SANTA ROSA 1937

Integrado el nuevo concejo municipal, conservaron los radicales la mayoría, con los nuevos electos Peyregne y Palasciano y los que conservaban mandato desde 1936, Amit y Tubán.

Conservadores en Santa Rosa 1937

Integrado el nuevo concejo municipal, conservaron los radicales la mayoría, con los nuevos electos Peyregne y Palasciano y los que conservaban mandato desde 1936, Amit y Tubán. La minoría la seguía ejerciendo el socialista Lordi. Siendo Intendente ahora don Benigno Palasciano (contador y procurador), en el Ministerio del Interior se procesó un nuevo atentado a la soberanía popular. La sucesión Gil, que seguía siendo dueña de “medio pueblo” continuaba resentida por la Ordenanza socialista de 1933 que había esta­blecido la contribución directa sobre los terrenos sin mejoras (impuesto al baldío), siendo que ella resultaba la propietaria con mayores cargas en el pueblo por ser la que más baldío disponía. También le preocupaba a la sucesión Gil los proyectos sobre pavimentación que alentaban tanto los radicales como los socialistas, puesto que de concretarse y siendo la misma linealmente la mayor frentista, se explicaba su “dolor” por la mejora edilicia del pueblo.

Así, en el mes de agosto llegó desde Buenos Aires la intervención a la comuna, lo cual concitó la repulsa total de la población y los reclamos fundados de las bancadas radical y socialista. La indignación fue mayor cuando se supo el nombre del nuevo comisionado, el Dr. Osear Bacigaluppi, ex correligionario de los radicales, que de ese modo se cobraba la defenestración consumada por los Dres. Peyregne y Amit, segundos por supuesto del jefe máximo el Dr. Floricel Pérez.

Se hicieron actos públicos donde radicales y socialistas expresaron su repudio por tremenda afrenta al civismo santarroseño, resultando uno de los oradores más virulentos contra la Sucesión Gil el radical Amit (ver crónicas diarios de la época).

Nace la Unión Pampeana

La intervención a la comuna de Santa Rosa encubría una maniobra política de más vasto alcance, como no podía ser menos por provenir de un gobierno conservador (Partido Demócra­ta Nacional que había llevado a la Presidencia de la Nación al Gral. Justo) En efecto, el 1 5 de mayo de 1938, según narra el diario “La Arena” se reunieron en la estancia Las Malvi­nas (de la Sucesión Gil, al oeste de la laguna Don Tomás), el representante de la misma, un señor Videla, y varios caracterizados vecinos del medio, que resolvieron crear una nueva agrupación política denominada originalmente Defensa Comunal, para luego transformarse en “Unión Pampeana” o “UPA” como le llama­rían luego en tono despectivo muchos pobladores de la ciudad.

El presidente de este nuevo partido político fue el Dr. Ovidio Andrada (médico y profesor), secundado por el Dr. Salvador Montoya (médico), don Tullio Navarro Sarmiento (martiliero, propietario del diario “La Capital”), Dr. César Robin (abogado, ex Progresista o “cangrejo” del año 21), Dr. Alberto Leiva (odontólogo), Armando Marchisotti (farmacéutico) y el Sr. Kelly (administrador de la sucesión Gil en esta ciudad).

Constituida la nueva fuerza política – fustigada acremente por radicales y socialistas en razón de su parentesco con la sucesión Gil, se entrevió la posibilidad de una convocatoria a elecciones para setiembre u octubre de ese año 1938 (el año que llovió barro, y el año de Ortíz – Castillo). Hubo una variante en la confección del padrón, habiéndose integrado un tribunal o Registro Cívico ante el cual debían comparecer los ciudadanos para inscribirse.

Esta actividad despertó enorme entusiasmo entre los pobladores y originó gran despliegue de los dirigentes políticos de los dos partidos tradicionales, radicales y socialistas, y los de la Unión Pampeana. Finalmente se informó que había 2.145 empadronados y que las elecciones se harían el domingo 13 de noviem­bre.

La campaña preelectoral adquirió gran calor, y los vaticinios indicaban un posible éxito de la UPA a expensas del electorado radical, cuya “paisanada” (término empleado por el Dr. Fernández Acevedo) era la destinataria de la demagógica campaña “unista”. El autor de estos apuntes recuerda los asados y reparto de víveres en un corralón que estaba atrás de la antigua comisaría, cuando ésta funciona­ba en la calle Pellegrini, entre 9 de Julio y Quintana. El líder socialista Lordi denunció, además, ante las autoridades judiciales el secuestro de libretas de enrolamiento, disponiendo el Juez en la materia un allanamiento en la sede de la Unión Pampeana, por supuesto infructuoso. El ex intendente Lordi había denunciado el hecho en un acto público y cuando la policía lo llamó a declarar, se negó aduciendo que solamente lo haría en presencia del Juez.

El día del comicio, 1948 fueron los vecinos que depositaron su voto en las urnas (el 92% de los empadronados), y el triunfo correspondió a la Unión Pampeana con estos guarismos: Dr. Salvador Montoya, 783, profesor Jorge Selva 777, Dr. Andrada 772, y Sr. Justino Guesalaga 762, ganando asimismo cuatro bancas de la mayoría. Por la minoría ganó una banca el Partido Socialista cuyo candidato más votado, don Víctor Lordi logró 615 sufragios. Luego el Dr. Ozino Caligaris, 602, Félix Piscella 598, Quirino Eijo 597. Los radicales ocuparon la última posición con este resultado: Dr. Peyregne 580, Benigno Palasciano 572, Amit 564, y Tubán 558 votos.

El triunfo de la Unión Pampeana dio motivos a un nuevo asado con cuero. Pero lo más curioso es que las autoridades nacionales, no obstante la presión popular, no devolvió la autonomía a la Municipalidad de Santa Rosa, disponiéndose que los electos gobernarían como comisionados hasta el 1° de Mayo de 1939.

Extraído del Libro del Centenario 1892 – 1992

Twitter Facebook Contáctanos